Tras los 40, los rasgos del rostro delatan los cambios producidos por el paso del tiempo.
Para combatirlos y mejorar la firmeza y la definición del contorno del rostro y el cuello, los expertos aconsejan realizar un masaje estimulante reafirmante con una herramienta equipada con rodillos que rueden sobre la piel y la estimule en varios puntos de presión.
A continuación, recomiendan aplicar un concentrado antiarrugas a base de pro-retinol A y vitafibrina.
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