viernes, 6 de agosto de 2010

Eco-Chic

Artículo cedido por Tocado

En muchas ocasiones, en las grandes ciudades nos olvidamos de lo importante que es el contacto del ser humano con la naturaleza, del bienestar que produce en nuestro organismo y de todos los beneficios que podemos obtener de ella. Un manantial de riqueza con el que la peluquería empieza a rendir cuentas.

El mundo es cada vez más consciente de la agresión que el ser humano está realizando a la Tierra. El ecologismo, del que muchos hablan como una moda, se impone en diferentes frentes, haciendo inútil el debate sobre si simplemente es “lo que se lleva” o parte de una concienciación real. Campos como la alimentación, la moda y la cosmética ya dan pistas sobre cómo encarar nuestro consumo hacia un comportamiento ecológicamente responsable. La peluquería no podía ser menos y tanto en las corrientes estéticas como en la misión de las empresas fabricantes, estamos siendo testigos de un cambio de rumbo: lo eco se impone.

Un cambio en nuestras pautas puede ser un buen punto de partida para combatir el deterioro de nuestro planeta. El cambio climático es un hecho real y en nuestras manos está acelerarlo o ralentizarlo. Consciente de esta realidad, la industria de la moda trabaja e investiga en el empleo de tejidos orgánicos para sus creaciones. En la mayoría de los casos se trata de prendas elaboradas con telas en cuya fabricación no se recurre al uso de químicos ni pesticidas y cuya elaboración se ha desarrollado dentro de parámetros sostenibles con el medioambiente.


Como consumidores, la responsabilidad recae en nosotros: conocer bajo qué parámetros y principios ha sido elaborada la ropa con la que nos vestimos y escoger en consecuencia puede abrir un interesante porvenir a las futuras generaciones que habiten el planeta.

Por fortuna, nuestra capacidad de actuación no está limitada a nuestro vestuario. Reconducir nuestras pautas de consumo en otras áreas como la del cuidado personal, el transporte y la alimentación puede contribuir a una mejora de nuestro entorno. Sin ir más lejos, éste es el caso de la cosmética, donde muchas marcas ya están recurriendo a ingredientes de origen natural para la formulación de sus tratamientos. Y tal vez, a los ojos de un consumidor ávido de resultados inmediatos, la respuesta de los cosméticos naturales no sea tan rápida como los de la cosmética química, pero no por ello será menos efectiva.


En peluquería, son múltiples los casos de marcas que trabajan con principios de responsabilidad ambiental, un posicionamiento que les ha permitido conquistar a un público comprometido y ganarse el respeto de toda la industria.

Para concluir, me gustaría citar el caso de la alimentación orgánica, de la que me declaro totalmente adepto. Es otro claro ejemplo de la implantación del consumo ecológico en la sociedad actual. La presencia de este tipo de alimentos en las estanterías de los supermercados es cada vez mayor y estoy convencido de que esta progresión irá acompañada de un ajuste en su precio final.

Éstos son sólo algunos ejemplos de cómo con pequeños gestos podemos cambiar el curso del planeta. La Tierra es fuente de riqueza, por lo que resultaría insensato si no contribuyéramos en su cuidado y desarrollo. Para conseguirlo, bastaría con que nos concienciáramos sobre el uso que hacemos del agua o de la electricidad, el reciclaje o la reutilización de residuos. Aprender a llenar nuestra cesta de la compra con productos de marcas comprometidas con el medioambiente puede ser un excelente primer paso. Bienvenidos a la dimensión del chic más natural.