martes, 12 de enero de 2010

El color, a la cabeza

Por Christel Lundgvist
Fotografías: Hob Salons
Artículo cedido por Tocado

Sobre la autora
Christel Lundgvist

Miembro de Hob Salons y Mejor Técnica Colorista Británica del Año 2008 de los British Hairdressing Awards (Categoría concedida por Schwarzkopf Professional).
Siempre he amado el color. De hecho, ya en mis primeras formaciones, me di cuenta de que contaba con un talento y una sensibilidad naturales para esta técnica, lo que fue decisivo para encaminar mi carrera como especialista en coloración. El premio al mejor peluquero británico en esta categoría, que me fue concedido el año pasado de manos de Schwarzkopf Professional, representa el reconocimiento a una de mis grandes pasiones profesionales.

Sin embargo, simplificaría si dijera que con poseer una buena técnica colorista hay suficiente. Siempre he intentado combinar en mis formaciones el aprendizaje en corte con el aprendizaje en color, lo que ha hecho posible mi evolución profesional. Aprender de ambas áreas me permite interpretar las formas, decidir de forma acertada dónde aplicar el color y qué tonalidad de la paleta se ajusta mejor al resultado que deseo alcanzar. No cabe duda que color y corte forman un tándem indisoluble que maximiza resultados y te aporta unos resultados increíbles.

De hecho, éste es el mensaje que intento transmitir a mis clientes. A ellos les propongo desde lo que mejor les puede encajar por su estilo hasta la forma en que pueden actualizarlo. Constantemente les recuerdo que un color creativo no siempre tiene por qué ser una opción arriesgada, ya que es la técnica lo que acaba de decidirlo. La paleta variará entonces en función de lo que él quiera expresar, un look más comercial o, por el contrario, un color muy personalizado.

Técnicas de venta de color en el salón

En Hob Salons contamos con un elevado porcentaje de clientes que se aplican servicios de coloración. Una proporción que, además, sigue en aumento, ya que nuestra estrategia siempre ha sido muy clara en este sentido: hacer del color un servicio accesible a todo el mundo. Para ello, les introducimos en este fantástico universo proponiéndoles diferentes coloraciones parciales y servicios de brillo. De este modo, les permitimos que experimenten un servicio de color sin la preocupación de un coste excesivo ni la necesidad de un mantenimiento posterior.

Otra de las claves es el lenguaje empleado a la hora de proponer el servicio. Con el tiempo te das cuenta de que de poco sirven los tecnicismos si no eres capaz de transmitirle nada al cliente. En este sentido, establecer un paralelismo entre las complicadas referencias de color y las tonalidades que existen en nuestro entorno nos ha sido de mucha ayuda. Así, en nuestros salones nos gusta hablar del color vainilla, champán y beige cuando nos referimos a la gama de los rubios, y de fresa o pillar box (color de las míticas cabinas de teléfono británicas), al referirnos a los rojos.

Una excelente manera de comunicarte con tu cliente es a través de las imágenes. Disponer de pósters y displays en todo el salón que expliquen tus promociones y recordar al equipo que muestre la carta de colores disponibles ayudará a promocionar a tu equipo colorista durante todo el servicio.
Otra de nuestras estrategias “estrella” es disponer de un menú de colores. Este sistema muestra de manera muy gráfica las diferentes opciones para nuestros clientes, lo que motiva la experimentación. Por otro lado, la incorporación de imágenes de personajes conocidos también es una buena idea, mientras que una lista estacional de los servicios de color anima a nuestra clientela habitual a actualizar su look regularmente.

Más brillo para el futuro

Estamos viviendo una influencia notable de los años 80 en la moda, lo que en peluquería se traduce, a grandes rasgos, en una vuelta del brillo al cabello. Este invierno va a continuar siendo poderoso, con ricos colores brillantes como el negro azabache, el fucsia, el marrón eléctrico y las tonalidades naranja. Trabajando con esta extensa gama de colores, la influencia de los años 80 se observa en una mayor presencia de acentos de brillo. En lo que a rubios se refiere, esta temporada trabajamos con colores más limpios y radiantes, como el blanco leche, el rubio marfil, el blanco seda o el rubio galleta.

Sin embargo, la tendencia para el 2010 será menos estridente y estará marcada por la vuelta al salón de las tonalidades pasteles (azules, rosas, ocres y perla). ¿El objetivo del próximo año? Conseguir mediante una paleta de tonalidades más suaves, un resultado más delicado.

Tratamientos complementarios

Siempre ajustándonos a las necesidades del cliente, intentamos complementar nuestros servicios de color con tratamientos de brillo y acondicionamiento. Este tipo de servicios es fundamental para nosotros ya que nos permite potenciar los resultados, ofrecer colores más vibrantes y, al mismo tiempo, garantizar la salud del cabello. Y, por último, pero no por ello menos importante, un buen trabajo de corte. Cualquier buen profesional debería saber que un estilo no se ha completado hasta que corte y color se encuentran en perfecta sintonía.

En esta industria es crucial estar al día. Sólo de esta forma conseguirás mejorar tu técnica, tu creatividad y permanecer informado de los cambios de tendencias que se producen cada temporada. Como técnica colorista, continuamente intento investigar sobre el futuro de la coloración y permanecer muy atenta a los cambios que se van produciendo.

Las predicciones de Pantone son también muy útiles para saber hacia dónde se va a encaminar el universo del color, y del mismo modo, la alta costura nos ofrece importantes pistas que se pueden adaptar sin problemas al cabello.

Respecto a las técnicas, desde Hob Salons creemos que es algo que se tiene que trabajar en equipo, codo con codo con el técnico de corte. Sólo de esta forma se consigue la fórmula ideal que hace que el color esté aplicado en el lugar preciso, dando una vida única al corte.

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